En medio de una noche común en Jiménez, un vecino de la colonia Guadalupe Victoria vivió el susto de su vida al descubrir que su motocicleta ya no estaba donde la había dejado. Era una Italika gris, estacionada sobre la calle Manuel Bernardo Aguirre, y al regresar en la madrugada del 5 de julio, simplemente había desaparecido.
El afectado no se quedó de brazos cruzados. De inmediato reportó el robo a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, confiando en que podrían ayudarle a recuperarla. Y sí: dos días después, el 7 de julio, a eso de las 7:16 de la tarde, elementos de la policía realizaban un recorrido de rutina por la Avenida Ferrocarril, esquina con Nicolás Bravo, cuando notaron algo raro. Una moto abandonada, con un color guinda sospechoso, les llamó la atención.
Lo que parecía solo una curiosidad terminó siendo la clave. Al revisar el número de serie del vehículo, confirmaron que era la misma moto reportada como robada. A pesar del cambio de color, no lograron ocultar su identidad.
La unidad fue asegurada y trasladada al Complejo de Seguridad Pública, donde ahora se encuentra bajo resguardo y a la espera de seguir el proceso legal correspondiente. La moto, aunque modificada, vuelve a manos de la justicia gracias al trabajo de vigilancia preventiva que realiza la policía local.
Casos como este reflejan el impacto real de tener corporaciones activas, bien coordinadas y respaldadas por gobiernos municipales que entienden la importancia de la seguridad. No por nada, tanto en Jiménez como en municipios vecinos como Aldama, se está recuperando poco a poco la confianza ciudadana.